domingo, 11 de febrero de 2007

A dónde irán esos bytes...

De repente, por obra y arte de la técnica, despareció de mi vida un buen montón de bites.Sí, ya sé que es natural… Algo parecido ocurre en nuestra memoria: Los recuerdos son suplantados con el tiempo, por oportunistas vivencias más cercanas, y más presentes (los límites de nuestro disco mental; no somos perfectos). Pero las letras y pensamientos que queremos, y conseguimos guardar, ahí quedan pasivos, durmiendo, tranquilos, y dispuestos (tan sólo esperando una orden, y ya vuelven ante nosotros. A lo mejor son menos importantes, con el tiempo, pero se mantiene el poder de hacerlos siempre presentes. Aunque distintos, ya sé, matizados, mejor o peor colocados con los tiempos que corren; pero correrán con nosotros siempre, y nos traerán corriendo, del pasado.Pero esos pobres y desamparados bites que desaparecieron en un terrible e inesperado instante… cerraron la puerta, no hay manera. Fue, ya sé, como el mecanismo mental que olvida recuerdos innecesarios (¡el devenir que imita a la mente humana!): La vida, el azar, qué sé yo, que me cierra cierto pasado y deja abierto, limpio y renovado, toda una memoria con gigas deseosos de ser archivados.

No hay comentarios: